ALE PASTORE
- SEXTINA DE LA NIÑA DEL ÁRBOL DE NÍSPEROS
Actualizado: 26 may 2022
A mi siempre maestro, Marco Martos.
Entre las peras, ciruelas, manzanas, cerezas,
la niña prefiere los nísperos de punzante sabor.
Lleva esa dulzura a través de los años,
y la mujer piensa en los arbustos de la infancia
y los destellos de lo que después le puso de nombre: Amor…
Marco Martos
Quisiera nacer desde la inocencia
porque son mis recuerdos dulces nísperos
vuelven ellos a la rama caída
siempre evocando frescura de niña.
¡Tan soñadora ella va, ahí tan alto!
y así transcurre la vida, los sueños.
Quisiera mantener por siempre sueños
lanzarme al fruto desde la inocencia,
donde la lluvia persiste tan alto
mojando fragantes flores de nísperos.
Tan alegre, risueña, va la niña
meciendo su luz en la rama caída.
Más aún sostenida la caída
saltando, riendo, bailando sus sueños
cuando ser lluvia es también ser la niña
que empaña su tibia voz de inocencia.
Brisa cautiva, como suaves nísperos
tan maduros, creciendo en lo más alto.
Llegarán los pétalos de tallo alto
en el tiempo su fina voz caída,
endulzarán entre ramas más nísperos
alborotando de cantos los sueños.
Fragilidad pura, limpia inocencia,
renacen del árbol, junto a la niña.
¿Quién te sostiene en el ramaje niña
al caer tu existencia a lo más alto?
Si mantienes oculta tu inocencia,
y bailando te sueltas en caída.
Porque los sueños, siempre serán sueños
y los árboles serán siempre nísperos.
En aquella casa bailarán nísperos
y con ellos también bailarás niña
colgada en el bramaje de tus sueños
sin pensar siquiera, cuánto está de alto
ni teniendo aún miedo a tu caída
brillarás en el sol de la inocencia.
Sin sueño de verano ni inocencia
ni la rama caída en el cielo alto
solo mi niña, siendo dulces nísperos.